Segundas partes que nunca fueron buenas en la UD

El retorno de Paco Jémez a la Unión Deportiva, luego de su efímera y fracasada etapa anterior en el club (abril de 2010-febrero de 2011), supone reabrir la política de segundas oportunidades que ya antes implantó el presidente de la entidad amarilla Miguel Ángel Ramírez en el banquillo de Las Palmas y que, en la mayoría de los casos, no tuvo final feliz.

Han sido varios los entrenadores que en la última década han vuelto a ejercer en el club después de experiencias pasadas. Y pese a que sentaron precedentes nada halagüeños, un repaso a la historia desvela la querencia que tiene el presidente en apostar por profesionales ya conocidos en la casa.

Carlos Aguiar fue quien inauguró esta rueda bajo el mandato de Ramírez. Pese a que había naufragado en el curso 2004-05, en el que sustituyó a David Amaral en el cargo, en Segunda B, y no logró clasificar al equipo para las eliminatorias de ascenso a la categoría de plata, le fiaron, desde el inicio, el proyecto 2006-07, ya en Segunda. Duró seis partidos, siendo cesado en pleno mes de septiembre con un balance desastroso de cuatro derrotas, un empate y una victoria. Su reemplazo fue Juanito, cuyo bautizo había resultado exitoso un año antes, comandando el deseado regreso a categoría profesional, pero que, tras meses de estabilidad, se quebró de manera clamorosa. Al tinerfeño le condenó un inicio calendario nefasto en el curso 2007-08 (en las diez primeras jornadas, siete derrotas) y tuvo que acabar dimitiendo por la repulsa general de la grada a su labor.

Como sucedió con Aguiar, para ocupar la vacante de Juanito se optó por alguien con antecedentes en la entidad: Juan Manuel Rodríguez, ahora técnico del filial que se desempeña en la Segunda División B. Con Rodríguez se da un caso paradójico, pues siempre cumplió con su función de apagafuegos, pues arregló el caos de Juanito en esa campaña 2007-08, fue cesado en la primera vuelta de la 2008-09 y, otra vez utilizado como solución de ultimísima emergencia, también enderezó el estropicio heredado, en febrero de 2011, del mismísimo Paco Jémez. Pero los méritos contraídos no le alcanzaron para enraizar, pues, aunque luego continuó una temporada más en el cargo, jamás disfrutó de pleno crédito a ojos de algunos dirigentes. La paradoja es que hoy entrena al filial mientras que Jémez, el que le obligó a milagros y prodigios para evitar un cisma, es el elegido para dirigir en Primera a la UD en situaciones que, curiosamente, él sí domina como pocos. En este sentido, cabe resaltar que Juan Manuel Rodríguez es la excepción en esta cronología contemporánea relacionada con su gremio.

Otro nombre ilustre que no guardará buen recuerdo de su segunda estación en la UD es Sergio Kresic. Venerado por todos tras haber liderado el ascenso a Primera en el año 2000, con permanencia solvente en la elite de mérito añadido, Miguel Ángel Ramírez lo trajo de nuevo en 2009. Pero a Kresic de nada le valió su saber y recorrido y terminó despedido a mitad de campaña por los malos resultados.

El dúo Mamé León-Paco Castellano, que afrontó las cuatro jornadas finales de la campaña 2008-09, completa el serial al que ahora añade su nombre Paco Jémez.

Ignacio S. Acedo para Canarias7

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