Resumen

Lo que mal empieza mal acaba. No se trata de enumerar uno por todos los errores que se han cometido esta temporada, que son muy numerosos sino de reflexionar como en algo más de un año se ha pasado de un equipo que maravillaba con su fútbol y caía simpático a un conjunto hundido y descendido y al que cada vez le salen más enemigos, algo natural por otra parte.

Todo se comenzó a enrarecer cuando Quique Setién anunciaba que no renovaría su contrato. Una negociación que llenó portadas, horas de radio e hizo correr ríos de tinta. Aquel 18 de marzo de 2017 todo cambió. Diferencias insalvables con la dirección deportiva y en la negociación de su nuevo contrato tuvieron demasiado peso.

"No soy del todo feliz aquí", declaraba Setién que ahora saborea las mieles del triunfo en el Betis llevando al equipo de Heliópolis a batir récords y a pisar zona europea. Nada volvió a ser igual y el equipo entró en una espiral negativa. A pesar de salvar la categoría, las sensaciones no eran las mismas.

¿PROYECTO CONTINUISTA?

Se anunció desde el club que se buscaba un proyecto continuísta cimentado en la base que ya había y en la cantera.

Sin embargo todo empezó a disolverse en la pretemporada con la venta de Roque Mesa al Swansea City por 8 millones de euros, récord hasta ese entonces de un traspaso por un jugador de la UD Las Palmas.

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